sábado, 7 de junio de 2008

Todo sobre el Bodegón


El Bodegón es un espacio independiente manejado por artistas. Allí se realizan eventos diversos (exposiciones, fiestas, conciertos y lanzamientos de publicaciones, discos y audiovisuales). Estuvo ubicado durante algo más de dos años en la esquina de la carrera segunda con calle veintidós A (cra 2 # 22 A – 08), Barrio Germania (o las Aguas, según se prefiera), en Bogotá, Colombia, pero ahora se ha transformado, ante la precariedad de las condiciones para su funcionamiento, en una estructura itinerante y provisional, menos centrada en el desarrollo de numerosas actividades y más en el ejercicio político que toda práctica artística implica.

El Bodegón no es una galería comercial y hasta la fecha se sostiene gracias a los aportes de sus miembros, quienes pagamos una cuota mensual para el sostenimiento integral del espacio. Surgió como una iniciativa grupal ante la ausencia de escenarios para la exhibición de prácticas alternativas, proyectos de artistas jóvenes y emergentes, procesos académicos y obras de vocación crítica. Su programa de exposiciones está centrado en el diálogo y la fricción entre procesos y contenidos diversos y, en múltiples ocasiones, contradictorios entre sí. Cada uno de los eventos que tienen lugar en el Bodegón sólo se presenta durante la noche de inauguración, como un mecanismo para enfatizar la naturaleza activa y transitoria de lo que allí se expone. Más acontecimiento que industria cultural, una suerte de TAZ, viva en un momento y luego cerrada hasta la apertura de algo distinto.

Las exhibiciones de arte y los lanzamientos de productos culturales que realizamos intentan sostenerse sobre una base conceptual sólida que espera del público una respuesta activa. Para el Bodegón es importante el disenso. Fiestas, conciertos y otras actividades pretenden generar espacios para la reunión informal de artistas, estudiantes y vecinos de la zona, deseosos de encontrarse, chismear y divertirse. Consideramos que en el entorno artístico, la vida social es fundamental como dispositivo de movilización. Creemos que la conciencia crítica suele no estar involucrada con esquemas aburridos; junto a Benjamin, podríamos afirmar que «el carácter destructivo es joven y alegre. Porque destruir rejuvenece, ya que aparta del camino las huellas de nuestra edad; y alegra, puesto que para el que destruye dar de lado significa una reducción perfecta, una erradicación incluso de la situación en que se encuentra.»

La estructura interna del Bodegón intenta ser horizontal y nutrirse del diálogo y el conflicto. A medio camino entre la pandilla y el museo, quiere generar procesos pedagógicos en torno a su propio funcionamiento, basado en el valor del error y la conciencia del fracaso. Sus miembros son estudiantes y profesores universitarios que se reparten el conjunto de tareas por realizar para cada evento de forma equitativa (diseño, curaduría, montaje y gestión) e intervienen en igualdad de condiciones en cada uno de los debates en los que se decide la programación, los proyectos y la dirección que el espacio debe seguir. Desde 2007 el Bodegón oficializó su situación legal, constituyéndose como una Fundación Cultural Sin Ánimo de Lucro registrada en la Cámara de Comercio de Bogotá, con el fin de conseguir posibles patrocinadores y donantes que hagan viable el proyecto a futuro.

A partir de su inicio, marcado por el silencio de las instituciones administradoras de cultura en la ciudad, y por la desconfianza de las galerías comerciales y los coleccionistas de arte, fuimos congregando, a pulso, un número cada vez mayor de público, conformado en gran parte por estudiantes universitarios, artistas emergentes e intermedios y vecinos del barrio, consolidándonos como un espacio de exhibición con una propuesta que difiere en gran medida de la ofrecida hasta el momento en Bogotá. De hecho, en el curso del último año hemos recibido un promedio de 400 visitantes por evento (que sigue aumentando), movilizando cerca de 900 personas al mes, concentradas en dos o tres eventos mensuales de una noche. No sobra decir que, en el curso de un año, hemos realizado más eventos que cualquier otro escenario artístico en Bogotá. Gracias a nuestro interés en la construcción de un modelo crítico hemos ido accediendo a espacios de difusión que nos han permitido llegar e interactuar con un grupo cada vez más amplio de personas, lo que se ha traducido en un crecimiento radical de nuestra plataforma expositiva, la visibilización del proyecto (con su consiguiente incremento en la recepción de propuestas diversas) y en el surgimiento de nuevas preguntas, preocupaciones y plataformas que, para hacerse viables, requieren recursos que exceden nuestras capacidades.

Es en medio de este proceso que el Bodegón fue llamado a participar en el Encuentro Internacional MDE 07, y en calidad de curadores invitados, propusimos el nombre de Edwin Sánchez, un joven artista bogotano con una propuesta que gira en torno a la marginalidad como posición privilegiada para la construcción de discurso, para la edición de Pilot 03, lanzado durante la pasada Bienal de Venecia. Recientemente hemos establecido conversaciones tendientes a la realización de proyectos conjuntos e intercambios de diversa índole con otros espacios y colectivos independientes de América Latina, entre los que se cuentan La Culpable (Lima, Perú), Mordedura (Neuquén, Argentina) y Perros Negros (México D.F.).

Proyectos y ejes de trabajo

Desde octubre de 2005 el Bodegón ha venido desarrollando labores y programas diversos en distintos frentes de trabajo que apenas ahora, tras dos años de investigación, empiezan a definirse como plataformas y ejes temáticos. Estas ideas nos han permitido hacer claridad sobre la dirección que queremos seguir y las decisiones que tomaremos en concordancia, buscando contribuir a la construcción de una comunidad artística independiente en la que se vislumbren posibilidades de interacción y socialización de prácticas no mediadas por las figuras del lucro y el encasillamiento del trabajo artístico en el mantenimiento de un estatus asociado a la figura del artista como productor de confort y espectáculos. Así pues, podemos dividir el trabajo realizado hasta el momento en:

Exposiciones de arte: Entre octubre de 2005 y octubre de 2007 hemos presentado al público alrededor de 30 exposiciones en las que se han turnado artistas jóvenes, emergentes y consolidados, colombianos y extranjeros, para mostrar procesos de creación y pensamiento distintos y, muchas veces, opuestos y enfrentados entre sí. Desde la retrospectiva de los fracasos, peleas y conflictos en la historia profesional de Wilson Díaz, hasta la compleja construcción de Gabriel Sierra en la cual se cuestionaban preceptos científicos y políticas coloniales a partir del hecho trivial de invitar al público de la exposición a beber jugos de frutas, o desde los videos semipornográficos y potencialmente machistas del mexicano Napoleón Habeica hasta la radical exhibición de una intervención quirúrgica de la que la artista Liliana Vélez fue objeto. Cada una de las exposiciones que realizamos está acompañada por un texto crítico que, a diferencia de lo que ocurre en el entorno galerístico local, no pretende hacer un elogio tonto, propagandístico y nunca desinteresado del trabajo de los artistas, sino poner sobre la mesa la posibilidad de tejer debates, cuestionamientos y disidencias frente a los sentidos en que las obras son interpretadas y los contextos en que son recibidas.

Fiestas y conciertos: Quince bandas se presentaron el año pasado en el Bodegón, recorriendo un espectro bastante amplio, que va de las polkas góticas de Mugre al reggaeton-core de los Compadres Recerdos. Durante los últimos diez años, Bogotá sufrió un extraño proceso de ocultamiento de la escena musical más arriesgada de la ciudad, devorada por la cultura de Djs y bandas de vocación comercial surgidas con la única intención de hacerse famosas tocando en Rock al Parque, el mega festival que organiza anualmente la Alcaldía, aplastando a su paso toda iniciativa tendiente a complejizar y hacer un poco más arriesgada la música bogotana. Sólo hacia mediados de esta década esas bandas “discriminadas” empezaron a encontrar escenarios para ganar algo de visibilidad. Sin embargo, muchos de estos se encuentran enfocados en géneros muy específicos y otros se han establecido como locales con ánimo de lucro para los cuales la presentación de grupos abiertamente minoritarios no resulta rentable. Es por eso que hemos intentado hacer una selección ecléctica de grupos que han alternado entre sí en eventos diversos realizados en el Bodegón, juntando públicos distintos y no necesariamente vinculados a la escena artística local.

Semilleros: Ante una situación problemática que involucra a los estudiantes de artes plásticas y visuales de la ciudad que aspiran a obtener un título profesional pero se ven coartados en su posibilidad de exhibir sus trabajos de grado por cuenta del desinterés de las galerías comerciales y la ausencia de espacios de exhibición en las universidades, el Bodegón abrió desde finales del año pasado un programa para la difusión de dichos proyectos. El espacio, que funciona bajo el nombre de “Semilleros”, permite a los futuros profesionales el montaje de su trabajo en el espacio del Bodegón y la difusión del evento de presentación de éste vía e-mail y en nuestra página web. A diferencia de lo que ocurre en todos los espacios y galerías bogotanas, el Bodegón nunca exige dinero o contraprestaciones de ningún tipo a los artistas interesados en exponer en los semilleros o en cualquier otro programa de exhibición. Del mismo modo, jamás tomamos parte o exigimos comisiones dada la eventualidad de la venta de una obra. Toda transacción comercial tiene lugar entre los artistas y los compradores, escapando del siniestro círculo de parasitismo que pone a los artistas bajo las muy poco justas condiciones de las galerías locales.

Publicaciones: A partir de un pequeño fanzine que editamos gracias al llamado del MDE 07 a participar como espacio invitado al encuentro, y a la reciente implementación de nuestra página web, nos hemos propuesto este año el lanzamiento de dos nuevos programas: la continuación de la revista, que circulará periódicamente vía Internet (y de ser posible en edición impresa), y la realización de un programa de radio mensual que pueda ser escuchado online. Ambos intentan, desde una perspectiva despreocupada y más informal que las planteadas en el marco de las exposiciones, comentar el acontecer artístico de la ciudad, hacer entrevistas a productores relevantes de distintas manifestaciones culturales, promover nueva música local y ocuparse de los espacios, formales e informales de interacción de la comunidad artística bogotana.

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Miembros: Edwin Sánchez, Juan Peláez, Lorena Espitia, Cindy Triana, María Isabel Rueda, Humberto Junca, Andrés Moreno, Gabriela Pinilla, Guillermo Vanegas y Víctor Albarracín.

Antiguos miembros: Juan Manuel e Isabel Lara, Alfonso Pérez, Liliana Parra, Juana Luna, Carlos Bonil, Francisco Toquica, Kevin Mancera, Paola Sánchez, Natalia Ávila.

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